Nadie
la para ya.
No
pueden detenerla,
Ni la
calumnia, ni el boicot, ni nada.
Este es
un continente de aventura,
que a
los aventureros se los traga.
Les
sube por la sombra, despacito
y el
ojo codicioso les socava.
Vendrán
los desahuciados de la tierra,
buscando
sus riquezas legendarias,
hasta que
un día, en una sola greda,
confundan
las lenguas y las razas.
América,
animal de leche verde,
por la
gran Cordillera vertebrada,
Hunde
el hocico austral bajo el Polo,
y
descansa en su fuerza proletaria.
Camina
hacia la luz, lenta y segura,
Con el
polen del sol en las entrañas,
y su
destino torrencial,
fijado
está en el tiempo por la Vía Láctea.
El
hambre, la violencia, la injusticia,
la
voluntad del pueblo traicionada,
no
harán sino aumentar su rebeldía,
no
harán sino apurar en sus entrañas
el hijo
de la luz, que viene a unirnos
en una
sola espiga esperanzada.
Porque
América, tierra del futuro,
igual
que la mujer, ¡vence de echada!
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