En vísperas del 25 de mayo, hoy
21 abrimos el periódico y azorados comprobamos una situación que nos perturba y
nos ocasiona desmedida tristeza.
Leemos en las noticas del día: impulso para la despenalización del consumo
de marihuana, mes de la diversidad afectivo sexual promovido por el gobierno y
articulado por organizaciones de depravados homosexuales, aprobación de la
educación sexual en las escuelas medias... El reino de Satán está
cumpliendo con sus más caros objetivos arrebatándonos los colores más bellos de
nuestra humana integridad.
Claro está que todo este cúmulo
de desafortunadas noticas, para los mentores de tales movimientos subversivos, tiene
toda una carga de justificativos sociales que sirven para complacer la
consciencia dormida de quienes todo lo consumen sin criterio y con ciega
aceptación. Sin embargo no dejan de ser fraudulentas exposiciones que intentan
imponer la vileza de un sistema de vida caótico y perverso, en el que nuestros
niños son sometidos a la más oscura manipulación que jamás se haya imaginado:
el comercio esclavista con sus almas.
En estos momentos, en que
nuestra dolida y violentada Patria se prepara para 'celebrar' la Revolución de
Mayo, preguntamos: ¿Dónde ha quedado el esfuerzo y las intenciones de aquel
pueblo patriótico que buscando liberarse del dominio foráneo no dudo en
levantarse en la defensa de tan elevados ideales? ¿Dónde ha sido enterrado el
ejemplo de nuestros nobles antepasados que con cuerpo y alma configuraron la
identidad que hoy tristemente es mancillada por inmorales e inescrupulosos
agentes del despojo? ¿Hasta cuándo seguiremos siendo herramientas voluntarias
en las manos irresponsables de estos satanes que sólo añoran nuestra ruina
ética y espiritual? ¿Cuál es nuestra libertad si somos rehenes de un
sistema que nos impone su tiranía con los peores vicios que consentimos en
aprobar? ¿Qué clase de heroísmo vamos a representar si nuestras cadenas se
ciernen en nuestros cuellos y sojuzgados por ellas nos dejamos aplastar? No
hay peor prisionero que el que iluso convierte sus rejas en símbolo de libertad
y gustoso se acomoda en su celda a esperar el sueño redentor de la muerte.
Este 25 de mayo la Patria llora
sangre, y sólo nosotros somos los culpables...
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