Señor
del río dame tu luz, tu resplandor
Mi
tiempo es éste, mi madre tierra, mi padre sol…
Aquí en
el cerro de la matanza junto a tu cruz
amo tu
delta, tus aves libres, tu cielo azul.
Voy con
mi sueño, caudal de coplas, detrás de ti
Yo soy
tu barro, tu artesanía, tu soplo soy…
Y en la
escultura de tu más bella cuñataí,
Veo tus
manos creando un mundo de perfección.
El río
pasa y se va,
Bermejo,
al atardecer,
Y la
tristeza del indio,
Sangrando
parte con él.
Señor
del viento, dame justicia, dame tu voz,
Dame
paciencia para sembrar por donde voy…
Dame tu
piel, yo se que estás en cada flor,
En cada
espina, y en cada pétalo de amor.
Hermano
indio, perdón te pido, yo bien lo sé,
Tu
sangre y lágrimas, que son penas sin resolver…
Perdón
guitarra, si he lastimado tu corazón…
Tú me
comprendes y estás llorando igual que yo.
(Aníbal Sampayo)
Es la oración laica más bella para mí. Vive en las íntimas entrañas...
ResponderEliminarLa expresión y el sentimiento genuino de nuestro pueblo originario. Repicar en todos los aspectos de la vida, particularmente en educación. Felicidades Martínez! Salud!
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