En la montaña toda fuerza
definida se convierte en ejemplo. A la vera del camino hay una piedra enorme,
mostrando a los vientos la grandeza de su soledad.
Quién sabe qué tempestades
desataron los genios de la montaña para arrancar ese pedazo de cumbre y hacerlo
rodar hasta el valle. Y esa piedra conserva en el llano la misma solemnidad de
cuando era cumbre, de cuando ofrecía su atalaya de granito a los cóndores.
Piedra sola supo de cielos
claros, de soles ardientes y de lunas vagabundas, de nieves implacables, de
vientos libres, de alas potentes y de vertientes misteriosas.
Piedra sola no cayó para ser
olvidada. Tal vez comenzara ahí, en el valle, su verdadera misión, su verdadero
destino, a la par de los cardones, protegiendo a los arrieros con su sombra.
Para el viajero que pase y la mire con ojos de turista, Piedra sola es un
peñasco enorme, parado junto al camino, y que no tiene ninguna significación.
No servirán los ojos para mirar
hacia arriba y descubrir el hueco dejado en la cumbre desde donde rodara la
noche del huracán. No alcanzarán los ojos a ver las cenizas junto a la piedra,
donde tantos viajeros de la vida levantaron sus fuegos para protegerse del
frío. No alcanzarán los ojos a penetrar la grandeza del peñasco, que en el
valle no es una piedra más, sino la Piedra sola, que es fuerza, definición,
ejemplo y símbolo.
Más que una derrota, su
posición es un triunfo. Hay que creer en la Verdad de todas las cosas de la
naturaleza. Las piedras cuando son de un solo bloque tienen un alma grande. En
esa alma, la montaña guarda todo su secreto, todo su silencio, toda su
fuerza...
Piedra sola es el símbolo de
una vida. Es la fuerza de un espíritu que se ha mantenido firme a través de
todas las angustias.
Hay seres contra quienes la
vida desata de pronto un vendaval de sombras y abismo, y los derrumba sin cauce
ni ritmo, dejándolos ahí, junto a un camino cualquiera, como una Piedra sola...
Pero no son cosa muerta en el paisaje. El dolor, cuando se lo sabe sufrir con
dignidad, crea fuerzas que agigantan el espíritu y aclaran el horizonte. Hay
seres que pueden mostrar su entereza y dar, en la cumbre o en el llano, el
ejemplo de un valor puro, de una emoción pura.
Muchos destinos que parecen
llamados a darse a la vida en un gran continente, terminan realizándose de
verdad en un terreno humilde y claro, en un espacio pequeño, pero lo
suficientemente apto para que se cumpla la misión de vivir con el pensamiento y
con el corazón. Es la Verdad que se va realizando en el silencio de una pena
bien guardada. Es el símbolo de un espíritu que ha llegado a la serenidad por
los caminos del dolor. Eso es Piedra sola.
(Atahualpa Yupanqui, "Piedra Sola")
Belleza pura!!!
ResponderEliminarContundente !! De una fuerza sólida, pasado, presente y futuro.
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