Permiso, dije al dentrar,
y ya el permiso me lo han dao,
Respeto al que me ha invitao,
y agradezco su amistad.
Y aura que voy a cantar,
ya que el turno me ha tocao,
quiero dejar aclarao,
pa’ que no hayan resquemores:
mis versos son mis dolores,
en seis cuerdas enredaos.
Nunca canto por cantar,
porque mi canto es sagrao,
soy bruto como un arao,
cuando digo una verdad.
Naide se crea capaz,
de hacer callar mi garganta,
soy un sureño que canta,
y aunque no soy el mejor,
en la mano tengo flor,
el truco, ni me hace falta.
Dicen que soy mal hablao,
porque miro y no me callo,
busco respuesta, no la hallo,
díganme si estoy errao,
soy un perro abandonao,
tan solo por ser altivo.
Ser decente es mi castigo,
y de gritarlo me empacho,
he pecao por ser macho,
pero nunca por ladino.
Soy un pájaro que canta,
soy hijo del sentimiento,
juro que pa’ lo que siento,
me está faltando garganta,
soy tigre que no se espanta,
ante la vida o la muerte.
Soy guasca, sobada dientes,
soy de la lanza la punta,
soy potro que no se junta,
con los domaos a palenque.
Sé que me han de decir,
que esto ya lo ha dicho alguno,
y que soy medio ovejuno,
y me acoplo en el sentir,
pero les quiero advertir,
que son muchos los que sienten,
y se callan de prudentes,
o por temor a la biaba,
y comen en las yierbadas,
churrascos de aguas calientes.
Atajen, atajadores,
soy rebenque deslonjao,
sólo el cabo me ha quedao,
sin tientos, ni pasadores.
No me meto entre las flores,
porque soy yuyo espinudo,
no me arrimo al cogotudo,
de sus favores me aparto,
de promesas ya estoy harto,
si es por él, vivo desnudo.
Y no les pido perdón,
porque es falsear en cumplido,
son verdades las que digo,
aguanten si son varones.
Me quedan muchos botones,
prendidos del tirador,
no son de plata, ni son,
de los que el oro los baña,
tampoco tienen lagaña,
son enjugaos a sudor.
He tranqueao muchos caminos,
buscando el menos pociao,
pero al fin he comprobao,
que el mío tiene un destino.
Soy demasiao argentino,
pa’ que me vengan con cuentos,
mi Pampa la llevo adentro,
la llevaré hasta que muera,
seré horcón de una cumbrera,
de Patria y hombres contentos.
y ya el permiso me lo han dao,
Respeto al que me ha invitao,
y agradezco su amistad.
Y aura que voy a cantar,
ya que el turno me ha tocao,
quiero dejar aclarao,
pa’ que no hayan resquemores:
mis versos son mis dolores,
en seis cuerdas enredaos.
Nunca canto por cantar,
porque mi canto es sagrao,
soy bruto como un arao,
cuando digo una verdad.
Naide se crea capaz,
de hacer callar mi garganta,
soy un sureño que canta,
y aunque no soy el mejor,
en la mano tengo flor,
el truco, ni me hace falta.
Dicen que soy mal hablao,
porque miro y no me callo,
busco respuesta, no la hallo,
díganme si estoy errao,
soy un perro abandonao,
tan solo por ser altivo.
Ser decente es mi castigo,
y de gritarlo me empacho,
he pecao por ser macho,
pero nunca por ladino.
Soy un pájaro que canta,
soy hijo del sentimiento,
juro que pa’ lo que siento,
me está faltando garganta,
soy tigre que no se espanta,
ante la vida o la muerte.
Soy guasca, sobada dientes,
soy de la lanza la punta,
soy potro que no se junta,
con los domaos a palenque.
Sé que me han de decir,
que esto ya lo ha dicho alguno,
y que soy medio ovejuno,
y me acoplo en el sentir,
pero les quiero advertir,
que son muchos los que sienten,
y se callan de prudentes,
o por temor a la biaba,
y comen en las yierbadas,
churrascos de aguas calientes.
Atajen, atajadores,
soy rebenque deslonjao,
sólo el cabo me ha quedao,
sin tientos, ni pasadores.
No me meto entre las flores,
porque soy yuyo espinudo,
no me arrimo al cogotudo,
de sus favores me aparto,
de promesas ya estoy harto,
si es por él, vivo desnudo.
Y no les pido perdón,
porque es falsear en cumplido,
son verdades las que digo,
aguanten si son varones.
Me quedan muchos botones,
prendidos del tirador,
no son de plata, ni son,
de los que el oro los baña,
tampoco tienen lagaña,
son enjugaos a sudor.
He tranqueao muchos caminos,
buscando el menos pociao,
pero al fin he comprobao,
que el mío tiene un destino.
Soy demasiao argentino,
pa’ que me vengan con cuentos,
mi Pampa la llevo adentro,
la llevaré hasta que muera,
seré horcón de una cumbrera,
de Patria y hombres contentos.
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