Tradicionalmente los símbolos
sirven de vehículo para expresar manifestaciones de orden sagrado mediante las
cuales el ser humano intuye los aspectos interiores de realidades vinculantes y
sus significados transformadores.
Por esto es que toda cultura
tradicional se ha servido de símbolos con los cuales relacionarse de manera
efectiva con los ámbitos de lo Divino, sea en sus aspectos rituales como en sus
experiencias cotidianas. Sólo modernamente el hombre ha perdido su capacidad de
vinculamiento con lo sagrado desmitificando la cualidad transformadora de lo
simbólico, transmutándola en racionalismo y ciencia. Así ha perdido una
bellísima oportunidad de trascendencia silenciando la magia simbólica con las
tinieblas de un dudoso y enajenante materialismo.
Las culturas nativas de América
han poseído un vasto acervo simbólico que de a poco se está descubriendo y que
colabora en la afortunada tarea de conocer algo más de las tradiciones que han
nacido en nuestro suelo y han sido representativas de la elevada espiritualidad
nativa.
Los símbolos se valen de
'recipientes' naturales para transmitir ideas 'sobrenaturales'. Así es
frecuente hallar animales, árboles, montañas y fenómenos de la naturaleza que
expresan significados relevantes y universales para el desarrollo humano en el
mundo. Uno de estos preciosos símbolos ha sido el Cóndor, del que hablaremos
brevemente a continuación.
Señor de los andes, ave de
vuelo altivo, pájaro de alas que rozan el techo del cielo, desde tiempos
ancestrales su presencia de solemne majestad ha fascinado a los pueblos
andinos. Así el gran pájaro se convirtió en símbolo de sabiduría y mensajero de
lo divino.
El cóndor andino es considerado
el ave voladora más grande del mundo. Su imagen imponente planeando a grandes alturas
fue seguramente lo que más impresionó a los pueblos indígenas de los Andes.
La Cordillera de los Andes, en
toda su extensión de 7500 km, desde Venezuela a Tierra del Fuego, es el hábitat
natural del cóndor. Aunque también habita en áreas precordilleranas y parte de
las Sierras Pampeanas (San Luis y Córdoba).
El nombre que se le da al
cóndor andino es Vultur Gryphus. La interpretación más difundida es que vultur
deriva de una palabra quechua (kuntur) que significa buitre, aunque hay quienes
sostienen que 'kuntur' lleva en la sílaba 'kun' la idea de lluvia por
asociación con la divinidad Kun, Cun o Con. En tanto que Gryphus revela una
asociación también simbólica ya que es el nombre dado al Grifo, criatura
mitológica que representa la unión del águila (elemento celeste, volátil) y el
león (elemento terrestre, de poder).
Simbólicamente las aves
representan, entre otras cosas, una metáfora de la ascensión y la libertad
espiritual para el hombre. La imagen del cóndor aparece asociada a distintas
culturas de la América aborigen desde el período preincaico, y en algunos casos
se ha mantenido hasta la actualidad.
Por ejemplo en territorio
boliviano, en Tiwanaku, al sudeste del lago Titicaca, se encuentra la Puerta
del Sol, uno de los monumentos más notables de la América andina. En la gran
puerta del monumento se encuentra esculpida una imagen de la divinidad
Viracocha, la cual se halla de pie, con la cabeza circundada por rayos que
representan cabezas de felinos y serpientes; en cada mano tiene asido un cetro
cuyo extremo lleva una escultura en forma de cabeza de cóndor; lo rodean tres
hileras de personajes en marcha; los del medio lucen máscaras de cóndor. Imagen
rica en símbolos.
Uno de los monolitos de
Tiwanaku posee una decoración muy significativa. La misma consiste en tres
elementos: cóndor, pez y felino. Esta decoración simbólica refleja la visión
del cosmos indígena. Al cóndor se lo vincula con el Cielo, el "mundo
superior" y al pez con el "mundo inferior". Estos se hallan
distribuidos en las figuras a modo de opuestos, ya que cóndores y peces
aparecen en la cara anterior, y en el lado izquierdo y derecho del monolito. En
tanto que en la espalda disminuye el número de peces y predominan los felinos.
Esto se ha interpretado como la representación de un relato sagrado en el que
el cóndor se 'enfrenta' al pez, conciliados ambos en el felino, resultante este
de la energía nefasta del pez unida a las virtudes inherentes al cóndor, todo
ello entrelazado con los temas de la revolución cíclica del tiempo y la integración
de los opuestos en la unidad.
Los motivos simbólicos de la
Puerta del Sol a los que nos hemos referido fueron comunes en el altiplano
habiéndose difundido entre los distintos pueblos que habitan los Andes.
Para los Incas, en la división
de su universo, hay un Hanan Pacha, cielo o mundo superior, un Kay Pacha,
ámbito medio o tierra de aquí, y un Uk'u Pacha, inframundo, que erróneamente se
ha identificado con el infierno de la tradición abrahámica. El vocablo 'pacha'
se relaciona con el hábitat o suelo. Estos tres niveles además se identifican
con sus animales sagrados: la serpiente, el puma y el cóndor. Hay que entender
que para las culturas tradicionales, el cielo y el inframundo no aluden ni al
espacio cósmico ni al subsuelo, sino a ámbitos materialmente ininteligibles en
los que conviven fuerzas (benéficas o perjudiciales)que se interrelacionan
directamente con el hombre y la naturaleza, es decir, con el ámbito intermedio.
Esto se verifica en lo siguiente: para los Incas, el cóndor o Apu Kuntur, era un
"Mensajero de la Divinidad" que voló desde el nivel superior del
mundo espiritual (el Hanan Pacha) para luego llevar las plegarias a la
Divinidad. Es el nexo vinculante entre el Hanan Pacha con el Kay Pacha.
Representa el intelecto superior y el enaltecimiento. Todos los días el cóndor
eleva el sol sobre el cielo.
Continuando con el legado
incaico, en una pared de Macchu Picchu, en el valle de Urubamba, hay un
petroglifo con la imagen del cóndor.
La imagen del cóndor también
aparece asociada a las culturas que habitaron los valles Calchaquíes desde La
Rioja a Jujuy, Catamarca y noroeste argentino. Se dice que uno de los motivos
fundamentales de la tradición calchaquí es la lluvia por su facultad generadora
y regeneradora. De aquí la asociación del cóndor, en su terminología Cuntur,
que lleva en la sílaba 'Cun' la idea de lluvia por asociación con la divinidad
Cun o Con, en su aspecto creador y mantenedor del mundo.
En la Provincia de Córdoba, el
cóndor, al igual que el yaguareté (o tigre americano), han sido representados
en las pictografías de Cerro Colorado. Se atribuye su autoría a los indígenas
comechingones y sanavirones. Así se detecta un paralelismo simbólico-religioso
entre las diversas tradiciones de la América indígena donde el felino (puma o
yaguareté), la serpiente (a veces el pez) y el ave, ocupan un lugar de
privilegio y poseen un rol protagónico en la trama sagrada del universo.
Para los mapuches, pueblo que
ocupó la región pampeana y patagónica de Argentina y Chile, el cóndor es el
dueño del espacio aéreo, reencarnación de las almas nobles y valientes y
poseedor de una gran sabiduría. Hay un refrán mapuche que se dice a quienes
pretenden ir más allá de sus posibilidades: "No quieras parecerte al
cóndor, pues la cordillera es alta".
En nuestros días, para algunos
pueblos del noroeste argentino, el cóndor es un animal de gran importancia
simbólico-religiosa. Se dice que el cóndor no muere nunca, que al sentirse
viejo vuelve al nido, en la cima de la montaña, donde, al igual que el mítico
Fénix, renace desde sí mismo.
Gracias por esta hermosa explicación ,, de esta ave llena de belleza y magia !! Una vez andando en bicicleta entre Tucumán y salta !! Me detuve en esa soledad de la ruta entre montañas de puras piedras y Cardones !! En la altura de los cielos parecía que flotaba en el cielo !! Era hermosa su presencia!! Fue un regalo para mi !! Que venía cansado !! Justo paso una pastora joven con sus ovejitas , y le pregunté que ave era esa !??y me respondió que el gran Cóndor !!! Gracias !!!
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