jueves, 13 de noviembre de 2014

Décimas de Antonio Alejandro Gil


Planta un árbol convencido, aunque el sitio en que lo plantes no sea tuyo y mueras antes de saberlo florecido,
que hará un pájaro su nido a su abrigo acojedor,
que a un hombre trabajador será su sombra propicia,
y que siempre beneficia lo que se hace por amor.

Me enviaron a trabajar cuando aún era tan pequeño,
que hasta me parece un sueño que eso pudiese pasar,
jugar, no aprendí a jugar, y aunque lo hubiese aprendido,
por la noche tan rendido me dejaban los recados,
que mis últimos bocados me los mascaba dormido.

Es cierto, mi vida nada tiene de particular,
monótono trabajar, jornada sobre jornada,
esta guitarra templada, alguno que otro soñar,
llorar cuando hay que llorar, reír si toca la risa,
vida que así se desliza, ¿a quién pude interesar?

Lucidez en el decir, transparente la intención,
piedad en el corazón, vivir y dejar vivir,
no ser lastre, no pedir, de recibir saber dar,
ofendido perdonar, o dar la ofensa al olvido,
hablar con hondo sentido, hablar y dejar hablar.

No caigas a la reunión con un jarro de agua helada
a destemplar la templada fe de ningún corazón,
que aunque te sobre razón y estar en lo cierto creas,
es imperioso que seas capaz de condescender,
una cosa es imponer, otra intercambiar ideas.

Verso que no hable de amor, o que al amor no recuerde,
es como una llama verde sin la gracia de una flor,
¿qué ha de cantar el cantor si no lo agita el querer?
¿Cómo habrá de convencer el ruido de su garganta,
cuando no canta el que canta pensando en una mujer?

Cuando clamo sólo estoy, miento, porque estoy con ella,
lazarillo de mi huella, por ella soy lo que soy,
como una criatura voy en pos de su claridad,
y es tanta la santidad del hondo amor que le tengo,
que a menudo me contengo por no llamarla 'mamá'.

En mi velorio quisiera que te hallaras tú presente,
cuatro velas, poca gente, y algún gracioso cualquiera
que contase o que dijera algo para entretener,
que es el último querer de un egoísmo postrero:
de morirme primero que el tenerte que perder.

No nací para enemigo, y he tenido amigos buenos,
o fueron buenos al menos al enfrentarse conmigo.
Porque coseché mi trigo sin molestar al lindero,
de la vida en el tablero tuvo suerte mi ajedrez,
y hoy llego a la madurez consecuente y compañero.

Cuantas veces me consuelo, eterno desconsolado,
ante un perro abandonado hecho un ovillo en el suelo,
mi desvelo a su desvelo pongo en línea de igualdad,
su orfandad con mi orfandad mido, a silencio me llamo,
porque ese perro sin amo humilla mi soledad.

Tiende tu mano al vecino porque sí, por elegancia,
que no todo sea ganancia a lo largo del camino,
cambia de sabor el vino cuando no hay con quien brindar,
¿qué harás con atesorar y ser opulento en bienes,
si entre tus bienes no tienes el bien supremo de dar?

A dos excelsos José invoca mi corazón
para imantar su emoción y purificar su fe,
uno extraordinario fue arquetipo paladín,
fustigó el otro lo ruin con los azotes más grandes,
son dos José: José Hernández y José de San Martín.


21 comentarios:

  1. Espectacular , muchas gracias por compartir este tesoro :)

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  2. Amigo Walter, lo invito a que pase por Milongueros, en el índice temático del blog. Allí encontrará más de estas bellezas de nuestra música. Saludos

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  3. grande es el que escribe con los ojos porque es lo que ve en la vida lo querefleja el lapiz

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  4. exelente y felicitaciones llena el espiritu,sugiero algo mas de A.A.Gil gracias

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    1. Siempre tengo a mano TINAJA de Antonio Alejandro Gil, está buenísimo si todo el mundo aplicara sus décimas.-

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    2. ¡Gracias, Daniel Toro por llevar Tinaja al mundo, con prodigiosa melodía argentina.

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  5. Muy bueno rescatar esas décimas geniales. Es importante destacar que el poeta Antonio Alejandro Gil es Mexicano de Tinajas. Las Décimas Espinelas son comunes a todo el habla castellana y latina.

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  6. Muy lindas décimas. Se las leeré a mis alumnos en conmemoración del día de la tradición.
    Saludos cordiales.

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  7. Bellas palabras embellecen la vida.

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  8. Antonio Alejandro Gil 1894.1952 es un poeta ARGENTINO no mexicano. Su libro Tinaja es un compendio de sabiduría y belleza.

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    1. yo lo escuchaba por la radio todos los días 1 décima, mientras escribía a máquina en ese entonces.- Es mi libro de cabecera.-Héctor Larrea conductor x excelencia!!Radio Rivadavia hace 30 años!

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  9. Unos versos hermosos. Lo escuche por el gran victor velazquez

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  10. Ser agradecido a quienes de una forma simple y llana te ofrecen y dan un sustento ,un abrigo, una palabra de aliento, son esos favores que dan a la vida un sabor especial , por el solo derecho de ser util,de hacer propias las carencias y las soluciones para otros.Gracias por estar de esta manera dando enseñanzas de vida...Desde la visión de un Callejero

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  11. En la década del 70 escuchaba las décimas de A.A.Gil en la voz de Héctor Larrea en su programa de radio Rapidísimo! Inolvidable!

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  12. Verso criollo lleno de sabiduría. Lo escuché de Don Víctor Velázquez y lo recito en silencio como para hacer de el una guía de mi vida.
    Gracias por compartir este compendio de sabiduría criolla

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  13. Versos que nacen en el alma y mueren en el corazón, muchas gracias

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  14. lastima que no están bien acomodadas las décimas, entonces se dificulta poder leerla correctamente. las déc

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  15. Que buena prosa. Me entere de el por un participante al programa 10 escalones



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  16. Hoy 6/12/22 escuche en un programa de tv la anteúltima frase de estos versos y lo googleé. La verdad no soy de leer mucho estas cosas pero esto me pareció realmente que fue escrito de alguien que la vivió...
    Gracias por esto!
    Lezcano Alejandro

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  17. Yo tengo en el corazon siempre estas lindas decimas ,,,,,,y cuando solo estoy sin peerro q me ladre ,,,,,recuerdo estos versos y con ellos me consuelo y digo gracias Señor y me duermo contento

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  18. "Cambia de sabor el vino cuando no hay con quien brindar". Maravilloso poeta Don Antonio Alejandro Gil. Gracias por publicarlo.

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