Soldado del Norte de Africa |
Nota
preliminar: En
las citas hemos mantenido la notación original de los textos transcritos, lo
que puede pasar por errores ortográficos, sin embargo corresponde más al estilo
de la época que a la ortografía propiamente dicha.
Cuando se habla de "árabe" debemos entenderlo más que nada en su sentido etimológico haciendo a un lado la supuesta filiación étnica: árabe designa un carácter distintivo que alude al nomadismo (o semi nomadismo) de las tribus del desierto y sus virtudes ideales: generosidad, hospitalidad, valentía, libertad. Téngase en cuenta que las citas aluden al Norte de África, donde 'étnicamente' se manifiesta lo amazigh, lo bereber (que no árabe, en cuanto a 'raza'), pueblos de por sí nómadas o semi nómadas con los que se emparenta nuestro arquetipo nacional, el gaucho.
Cuando se habla de "árabe" debemos entenderlo más que nada en su sentido etimológico haciendo a un lado la supuesta filiación étnica: árabe designa un carácter distintivo que alude al nomadismo (o semi nomadismo) de las tribus del desierto y sus virtudes ideales: generosidad, hospitalidad, valentía, libertad. Téngase en cuenta que las citas aluden al Norte de África, donde 'étnicamente' se manifiesta lo amazigh, lo bereber (que no árabe, en cuanto a 'raza'), pueblos de por sí nómadas o semi nómadas con los que se emparenta nuestro arquetipo nacional, el gaucho.
Las definiciones de Sarmiento
A Domingo Faustino Sarmiento
Albarracín (1811-1888), presidente de los argentinos (1868-1874), le
corresponde el mérito de ser el primer escritor conocido que distingue y
analiza los perfiles árabes en el ser nacional. Sarmiento, durante su viaje por
Argelia en 1846, logra transmitirnos a través de sus obras datos y referencias
que hablan de una profunda influencia del Islam en la cultura argentina: "En Arjel me ha sorprendido la
semejanza de fisonomía del gaucho y del árabe, i mi chauss (guía) me lisonjeaba
diciéndome que, al verme, todos me tomarían por un creyente. Mentéle mi
apellido materno que sonó grato a sus oídos, por cuanto era común entre ellos
este nombre de familia; i digo la verdad, que me halaga i sonríe esta
jenealogía que me hace presunto deudo de Mahoma" (D.F. sarmiento:
Recuerdos de Provincia, Cap. "Los Albarracines", Emecé Editores,
Buenos Aires, 1998, pág. 78).
También apunto: "Entre otras cosas los baqueanos árabes
me llamaron poderosamente la atención por la singular identidad con los
nuestros de la pampa. Como éstos huelen la tierra para orientarse, gustan las
raíces de las yerbas, reconocen los senderos, i están atentos a los menores
accidentes del suelo, las rocas, o la vejetación. Un árabe, por ejemplo,
conversa con otro en el Sahara, mediando entre los interlocutores una distancia
de dos leguas; los espías husmean la proximidad del ganado a tres leguas de
distancia, i como sabuesos siguen por el olfato la dirección de los duares
enemigos. Yo ponderé a mi turno la vista de nuestros rastreadores i los
conocimientos omnitopográficos de nuestros baqueanos, a fin de sostener la
gloria de los árabes de por allá, a punto de ser eclipsada por el olfatear el
ganado i conversar de un estremo al otro del Sahara, de los gauchos de por
acá". (D.F. sarmiento: Viajes por Europa, África y América 1845-1847 y
Diario de Gastos, "África", Colección Archivos - Fondo de Cultura
Económica, en colaboración con la Unesco, Buenos Aires, 1993, pág. 198).
En
1850 puso la siguiente nota a su "Facundo": "No es fuera de propósito recordar aquí las semejanzas notables
que presentan los argentinos con los árabes. En Argel, en Orán, en Mascara, y
en los aduares del desierto, vi siempre a los árabes reunidos en cafés, por
estarles prohibido el uso de licores, apiñados en derredor del canto de la
vihuela a dúo, recitando canciones nacionales plañideras como nuestros tristes (estilo
de canción gaucha). La rienda de los
árabes es tejida de cuero y con azotera como las nuestras; el freno de que
usamos es el freno árabe y muchas de nuestras costumbres revelan el contacto de
nuestros padres con los moros de Andalucía. De las fisonomías no se hable:
algunos árabes he conocido que juraría haberlos visto en mi país"
(D.F. sarmiento: Facundo, Editorial Estrada, Buenos Aires, 1953, pág. 84).
¿Por qué estaba Sarmiento en
Argelia? El escritor Ricardo Rojas (1882-1957) aclara: "Porque deseaba ver el desierto y sus árabes, sospechándolos
semejantes al paisaje argentino y a los gauchos" (R. Rojas: Vida de
Sarmiento, Editorial Guillermo Kraft, Buenos Aires, 1962, pág. 288).
El propio Sarmiento lo
confirma: "...así hallamos en los
hábitos pastoriles de América, reproducidos, hasta los trajes, el semblante
grave y hospitalidad árabes" (D.F. Sarmiento: Facundo, pág. 63).
Esta herencia recóndita
embargaba la vida del sanjuanino: "He
tenido siempre la preocupación de que el aspecto de la Palestina es parecido al
de La Rioja, hasta en el color rojizo u ocre de la tierra, la sequedad de algunas
partes, y sus cisternas; hasta en sus naranjos (...) Pero aún no dejaría de
sorprender por eso la vista de un pueblo que habla español y lleva y ha llevado
siempre la barba completa, cayendo muchas veces hasta el pecho; un pueblo de
aspecto triste, taciturno, grave y taimado, árabe..." (D.F. Sarmiento:
Facundo, págs. 152-153).
-
Extraído de "Reconstrucción Historiográfica de las Señas Mudéjares del
Gaucho", por el prof. Shamsuddin Elía -
Soldado Gaucho Federal |
No hay comentarios:
Publicar un comentario