lunes, 22 de julio de 2013

Poesía Surera: "Pateando el Estribo"

Si señores, soy surero,
desde el garrón, a las clinas,
un panal para las chinas,
espadaña del nutriero;
cantor y serenatero
pájaro de alas inquietas,
traquetiao como chancleta
con esperencia crotera,
de antigua estirpe guerrera
dimana mi papeleta.

Hijo de Dios, imperfecto,
rindo culto a la amistad,
el bronce de la verdad
entropiya los afectos;
desecho cualquier proyecto
obsecuente, adulador,
con reboque de señor
disimulando el carancho,
¡por limpio que sea el chancho
siempre es chancho… y tiene olor!

Dulce guitarra española
como carne de bagual,
donde canta este zorzal
las calandrias hacen cola,
se atropeyan las chingolas
po’el asunto ‘e las cuestiones,
los cuervos y lechuzones
me quisieran desplumar
y ¡que apuro por cantar
le ha dentrao a los gorriones!

Aprendí en los redomones
si hace frío, y es temprano,
ser precavido, liviano
y dispuesto en los garrones;
entre matungos sobones
que no gatiyan las patas,
la dignidad, se abarata
y se empieza a desteñir.
¡No es cuestión de confundir
retreta con serenata!

Astuto como indio herido
pa’ mezquinar la persona
a la mentira embroyona
en un mundo confundido;
soy de raíz, definido,
con flores y con espinas,
¡y mi conciencia argentina
no es chicharrón de vizcacha
ni tampoco oveja guacha
que la corren las gallinas!

Y ya pego la sentada
pa’ corcoviar al descuido,
una torcida, un quejido,
y al estribo… una patada;
tengo cuchilla afilada,
en la zurda, poncho fino,
pa’ cualquier bicho dañino
sea de adentro o de ajuera
¡y no tengo más bandera
que’l pabellón argentino!

Charlatanes de cocina
me tienen medio pasao
y bastante repunao
señores de cartulina,
el veneno que camina,
el mediocre, el resentido,
el ventajero, el bandido
orejiando los barullos
que anda, a salto de yuyos
como el cuis, a los chillidos.

Y me molesta el bocón,
puro jarabe de pico,
manejado del hocico
como toros a galpón,
son frágiles de opinión
cuando la taba es culera
pero, de cualquier manera
como se han puesto baquianos
se le rebalsan las manos
recorriendo las tramperas.

¡Mi hermano!, herido en el ala
es un tigre que tranquea
pero a ese, naide lo arrea
con un rebenque de chala;
cuando la Patria echó mala
dio la sangre sin cumplido,
en las buenas, abstraído
…como daga amojosada,
pero… ¡cuidao la patada
del mancarrón distraído!

Los facones caroneros,
las boleadoras, el lazo,
lanza, sable, trabucazo
tosiendo en los entreveros,
lobunos, gatiao, overos
se jugaban escarciando,
el tiempo de andar patriando
tan solo, paró rodeo…
¡Cada gaucho, es un museo
con las armas descansando!

M’echo tierra sobre’l lomo
igual que toro empacao,
el músculo amartillado
y el aspa, con varios plomos.
Si yo juera mayordomo
de mi país, a lo ancho
pondría “guardacarancho”
y a lo largo, curanderas,
un sapo en cada bichera
¡y un chiquero, pa’ los chanchos!

Autor: Omar Moreno Palacios

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